Rubio, con melenas al viento, guapo, tatuado y una tabla de surf bajo el brazo….este es el prefil de nuestro ligón de playa

Las playas gallegas cuentan desde esta mañana con un mentiroso menos. A las 12:20 aproximadamente, Brian Willmort, como él se hacía llamar, o Brais López, como en realidad se llama, ha tenido que meterse en el agua y demostrar a todos que no tiene ni puta idea de coger una ola con la tabla de surf. Brais, que tenía una de las tablas más caras, una melena rubia al viento, un par de tatuajes que hacían las delicias de las chicas y un bañador que le llegaba más abajo de las rodillas, llevaba años asisitiendo puntualmente a su cita con los surfistas de la playa de Prado en la provincia de Pontevedra.

Brais, en todos estos años, se limitaba a quedarse en la arena con gesto cansado, como si hubiera estado surfeando desde bien temprano, hablando con las chicas que se acercan a la playa a surfear o a acompañar a sus amigos o parejas que sí surfean. “El jicho ese siempre estaba a criticar a los demás por como surfeaban, yo pensaba que estaba federado y que tenía títulos” Asegura una de las chicas que Brais puso a cuatro patas con la excusa de ser un bohemio surfero. El modus operandi de Brais es más común de lo que la gente se pueda pensar. Él espera en la orilla amarrado a su tabla a que se le acerquen y una vez pican el anzuelo empieza a desplegar toda su palabrería barata.

En ocasiones, después de horas en la arena mojada, Brais se metía dentro del agua acostado en la tabla, para salir enseguida con mala cara diciendo que “está muy roto hoy el mar, qué pena”. La farsa de este muchacho se ha alargado con éxito hasta hoy, hasta que un surfero de verdad, cansado ya de verlo hablando en la orilla, le ha instado a que cogiera una “ola de una puta vez hostia, tanto hablar y hablar, métete en el agua cojones, maricón, que eres un maricón. No, no, de calmarme nada. ¡Dejadme coño! ¡Suéltame Rubén, por favor! Que se meta en el agua en lugar de comerle la oreja a mi novia hostia. Me cago en su puta madre” Más o menos eso es lo que le dijo. Brais en un ataque suicida de orgullo, decidió demostrar a todos lo buen surfero que es. Se metió en el agua, fue a buscar olas y no consiguió ni ponerse en pie sobre la tabla.

Fuente: “pormisbalones”

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