En una nota difundida hoy, Dvuelta argumenta que esta reforma de la Ley de Tráfico, la decimoctava de su historia, está hecha a la medida de las necesidades recaudatorias de la DGT y los ayuntamientos, seriamente resentidos por las crisis económica.


09/05/2014 -EFE


La nueva Ley de Tráfico, que hoy ha entrado en vigor, es considerada por la organización de defensa del automovilista Dvuelta como una ensalada de límites de velocidad, que busca aumentar la recaudación ante la merma de los ingresos por multas de la DGT.
Según esta organización, la DGT ha visto mermados sus ingresos por multas un 30 % debido a la caída en los desplazamientos por carretera, mientras en algunos de los principales ayuntamientos de España el descenso en los ingresos por el mismo concepto ha llegado al 50 %.
Esta es una oportunidad perdida, en opinión de Dvuelta, para atacar de frente el problema del alcohol al volante, ya que deja la aparente firmeza de la "tolerancia cero" con la bebida y la conducción (que consistiría en prohibir directamente dar ningún tipo de nivel alcohólico) en un "permitimos que el conductor beba, porque así podemos sacarle el dinero".

Además, dentro del caos legislativo que impera en la legislación en materia de Tráfico, según la organización, se prohíbe el uso de detectores de radar, que se aprobó hace sólo cuatro años.
Se argumentó entonces que conocer la posición de los radares ayudaría a reducir la siniestralidad dado que su ubicación coincide con aquellos tramos en que el exceso de velocidad puede resultar un riesgo para la seguridad.

En este aspecto, Dvuelta resalta que la Ley no penaliza la instalación de los detectores de radar, sino su uso, tal y como se establece para los teléfonos móviles o los navegadores. Así, quien tenga realizada en su vehículo una instalación de detección de radares no tiene la obligación de desmontarla.

Otra de las grandes "trampas" de la nueva Ley se refiere a los límites de velocidad. Se abre la puerta a una subida de los límites en autopista y autovía.
Lamentablemente, es tal el limbo en que la medida queda (sometida a estudios, planes de implantación, análisis de señalizaciones, etcétera) que pasará mucho tiempo antes de que se pueda circular más rápido en autopistas y autovías.

Dvuelta, que recuerda que varios países europeos han subido sus límites de velocidad en los dos últimos años, pide que la reglamentación de estos límites se base en criterios puramente técnicos y sea precedida de un debate sin condicionamientos ni cortapisas, y no únicamente en razones propagandísticas.
También recuerda Dvuelta que el partido en el Gobierno se comprometió, cuando estaba en la oposición, a derogar aquellos artículos de la Ley ahora reformada que recortaban los derechos de los conductores.
En su opinión, no sólo no ha aprovechado esta reforma para cumplir con su compromiso, sino que ha profundizado en dichos recortes. EFE

http://www.finanzas.com/noticias/em...da-2667361.html