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    La Guardia Civil busca en Lugo los depósitos de gasoil clandestino



    • Cree que el combustible se transporta en cisternas antes de ser distribuido.

      Uno o más depósitos en los que se esconde el gasoil clandestino. Eso es lo que busca la Guardia Civil de Galicia para intentar dar con el origen del fraude causado con el suministro de combustible agrícola adulterado que se está usando en el transporte de mercancías para ahorrar costes. Se trata de localizar el centro del abastecimiento pirata que suministra gasoil B, subvencionado por el Estado, a decenas de camiones que circulan a diario por las carreteras gallegas, y terminar así con la red que blanquea el gasoil destinado a las actividades agrícolas. Y los investigadores apuntan a algún lugar de la provincia de Lugo en el que puede estar situada la nave en la que se guardan miles de litros de gasoil a la espera de ser distribuidos sin levantar sospechas. «Esto funciona como una mafia», dice un investigador. «Los transportistas que entran en el juego saben cómo contactar con la organización y dónde pueden obtener el gasoil adulterado», añade. Y los beneficios son importantes: «Un transporte a Cataluña utilizando gasoil B en vez del diésel normal puede suponer un ahorro de más de 400 euros por trayecto». El precio del litro de gasoil A en una gasolinera gallega costaba 1,38 euros. El del gasoil B o agrícola estaba a 1,08.
      Las investigaciones son laboriosas. Requieren de muchas horas de seguimiento de vehículos sospechosos y de comprobación de los lugares en los que se abastecen de combustible. Un camión de transporte de mercancías o una furgoneta no pueden repostar gasoil B o agrícola en una gasolinera. Solo se puede obtener de forma clandestina. El combustible se guarda en grandes depósitos y después es trasladado en cisternas hasta el lugar en el que se realizará el trasvase a los camiones. Esa maniobra puede realizarse en naves de las propias empresas de la trama o bien en lugares alejados y fijados por la red, como por ejemplo polígonos industriales en los que el movimiento de camiones no levanta sospechas.
      Este tipo de fraude no es nuevo en Galicia, pero la unidad de Transportes de la Guardia Civil de Tráfico tenía constancia de un incremento considerable del número de camiones que circulan por las carreteras de la comunidad con gasoil agrícola en sus depósitos. Y los agentes pronto lo pudieron contrastar. En los primeros cinco meses del año una treintena de camioneros fueron sorprendidos con sus depósitos llenos de combustible ilegal. La mayoría de los casos se detectaron en la provincia de Lugo, donde hace años ya había sido descubierto un depósito clandestino de combustible.

      Análisis en carretera

      Pero detectar ese fraude no es fácil. No es posible examinar cada camión que pasa por la carretera. Las inspecciones son laboriosas. Tras dar el alto al camión, los agentes extraen con una manguera una muestra de combustible, que es repartida en tres tubos y que se analiza aplicando una sustancia reactiva que indica si el líquido es legal o si ha sido manipulado para alterar su color y evitar el descubrimiento de la trampa a simple vista. Si se vuelve rojo, el resultado será positivo y el transportista, denunciado por fraude a Hacienda. Es el departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, perteneciente a la Agencia Tributaria, el que tramita las fuertes sanciones económicas que se imponen por las infracciones a la ley de impuestos especiales y el que facilita a la Guardia Civil el material necesario para las inspecciones en carretera.

      Las multas se dirigen al titular de la licencia de transportes. Para camiones de menos de 50 caballos fiscales la multa será de 7.200 euros. Para los camiones que superan ese límite de potencia fiscal, generalmente articulados y de gran tonelaje, la sanción económica asciende a 12.000 euros. En ambos casos, si el infractor es reincidente en los últimos dos años, la multa se duplica.
      El gasoil B agrícola tiene un precio muy inferior al estar subvencionado

      Guardia Civil de Tráfico
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    • O igual no hay una nave y un mayorista. Todos conocemos al que tiene un cuñado con un barco de pesca que le pone gasoil rojo a la furgoneta o al coche. Los de la calefacción, los de las maquinas de movimiento de tierras. ... etc. A mi hacienda y la guardia civil me hacen la gracia justa, unos por sangrar al pobre y amnistíar al gran defraudador y los otros por haberse convertido en salteadores de caminos con licencia, pero me alegro de que estén persiguiendo esto en serio. Busquen como lo hace cada uno por su cuenta, señores guardias, porque es más fácil eso qué la gran conspiración que tal vez no exista. Y si existe que los fundan
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