Una investigación de la Audiencia Nacional intercepta en Isla Mayor un alijo de 1.600 kilos de hachís y acaba con el arresto de un sargento y tres guardias civiles
Una redada de la Guardia Civil tomaba este lunes la localidad de Isla Mayor en el marco de una operación antidroga que dirige la Audiencia Nacional. Un alijo de 1.600 kilos de hachís intervenido el pasado jueves dio paso a la fase de explotación de una investigación que se desarrolla de manera muy sigilosa. No en vano, los agentes encargados de las pesquisas han tenido que seguirle los pasos a varios compañeros que se habrían corrompido.
Fuentes consultadas por ABC confirmaban que el total de detenidos asciende a seis individuos, entre los que figuran cuatro guardias civiles, uno de ellos tiene el rango de sargento y es el mando que dirige el puesto de Isla Mayor. Los otros tres están destinados en el mismo cuartel. Con esos cuatro funcionarios policiales apresados, cae la mitad de la plantilla de un acuartelamiento ubicado en un punto caliente del narcotráfico.
[ACTUALIZACIÓN: Semanas después de la operación antidroga, el puesto de la Guardia Civil de Isla Mayor cierra días alternos porque no tiene efectivos suficientes para dar un servicio diario].
Para evitar filtraciones que frustraran la operación, la investigación ha recaído en efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) venidos de Madrid, cuya llegada a Sevilla ha pasado desapercibida. El objetivo era que la operación no se conociera antes de ejecutarse y se han guardado todo tipo de cautelas. Los investigadores llevaban meses trabajando en el caso y temían que en el último momento pudiera irse al traste porque los funcionarios implicados fueran alertados.
El sargento implicado es el mando que dirige el puesto en un punto caliente por la actividad de los traficantes como es Isla Mayor «Si te sientas un día junto al río, a la altura de Coria, verás cómo entran las lanchas cargadas de droga. La actividad es frenética». Una destacada fuente de la lucha antidroga confesaba a ABC lo que es un secreto a voces entre los agentes que trabajan contra el negocio de la droga.
La presión policial en la costa gaditana, tradicional puerta de entrada del hachís que se consume en Europa, ha provocado que las organizaciones se desplacen tierra adentro con sus cargamentos y remonten el río Guadalquivir hasta la provincia sevillana.
El pasado mes de noviembre era detenido en Coria del Río uno de los narcos más activos de los últimos tiempos en la costa gaditana. Iván Odero, el rey de las planeadoras o el Niño (en recuerdo a la película de Daniel Monzón sobre la vida de un joven traficante), tenía una orden de ingreso en prisión para cumplir la segunda condena que recibe por traficar con hachís. Que este sanluqueño que lideraba su propia organización estuviera por Coria fue traducido por los cuerpos policiales como un síntoma más del agravamiento del narcotráfico en el tramo sevillano del Guadalquivir. Esta última operación que descabeza al cuartel de un municipio caliente como Isla Mayor no ha hecho más que confirmar ese diagnóstico.
Además de las detenciones, la Guardia Civil ha intervenido dinero en metálico, varios vehiculos a motor entre ellos algunos sustraidos, material informático, telefonía móvil, varios pasamontañas, embarcaciónes semirígidas con motores, remolques y, gruas de embarcaciones, material de transmisiones, motos de agua, diversas herramientas, diversa cartuchería, pastillas de hachís, un surtidor, numerosas garrafas y depósitos de gasolina, según informaba un escueto comunicado remitido este martes por la Guardia Civil.
El final de una ruta clásica del hachís
Los narcos del hachís llevan décadas explotando como vía de entrada la desembocadura del río Guadalquivir. El municipio gaditano de Sanlúcar fue escenario de grandes redadas contra la droga que ordenó el otrora juez Baltasar Garzón a principios de los años 90. Por primera vez la Justicia empezaba a ver organizaciones criminales donde antes había generaciones de traficantes. Esa ruta clásica del hachís que se importa de Marruecos llega hasta la provincia de Sevilla siguiendo el cauce del Guadalquivir. Los municipios ribereños, como Coria o Isla Mayor, son también bases para los narcos.