Hoy, 7 de octubre, acaba el plazo para que Volkswagen presente una solución a los problemas acarreados por el fraude de los motores diésel en Alemania. La compañía apura las horas para discutir qué plan aplicar y, entre las diferentes opciones, también está sobre la mesa la posibilidad de sustituir las unidades afectadas por vehículos nuevos.
El escándalo denominado 'dieselgate', que afecta a once millones de automóviles en todo el mundo con tres tipos de motores alimentados por gasóleo (a los dos señalados en un inicio se ha sumado recientemente el 1.2), obliga a Volkswagen a actuar con celeridad y eficacia para frenar los devastadores efectos que está sufriendo la compañía desde hace más de dos semanas.
Son varias las opciones que están siendo estudiadas por los responsables de gestionar la crisis, incluida la posibilidad de entregar un coche nuevo a cada dueño de un coche con motor fraudulento, según han confirmado a Bloomberg fuentes familiarizadas con el asunto.
Otras posibilidades incluyen la instalación de convertidores catalíticos más grandes para almacenar y neutralizar las emisiones nocivas, aseguran las mismas fuentes, que han pedido no ser identificadas porque las ideas no son aún definitivas.
Diferentes soluciones según el modelo Las estimaciones de coste de estas alternativas van desde tan sólo 20 euros hasta los 10.000 euros por coche, según reconoce una de las fuentes.
La solución, en cualquier caso, será diferente de un modelo a otro, de acuerdo con una de las personas familiarizadas con los planes de Volkswagen. Los motores de 2 litros, los más grandes afectados, ya vienen con un tanque de la llamada solución AdBlue para neutralizar los perjudiciales óxidos de nitrógeno. Sin el software, el cliente tan sólo tendrá que reponer este líquido con más frecuencia.
Los motores más pequeños, que tienen sistemas que recogen los óxidos de nitrógeno en el coche, son en cambio más complicados, pues no se pueden adaptar sin que afecte a la economía de combustible, según la misma fuente.