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    Dos guardias civiles acusados de cobrar 200€ a un camionero portugués a cambio de perdonarle 4.000

    • Según el fiscal, le cobraron 200 euros a un camionero portugués a cambio de perdonarle 4.000 euros de sanciones

      El camionero, en cambio, ha declarado que "les pagó 200 euros con la tarjeta de Repsol" y que cuando se encontró a las tres semanas a unos agentes en Salamanca les comentó el caso y le acompañaron a la Guardia Civil a denunciarlo.

      Los dos guardias civiles, acusados de un delito de cohecho por cobrar a un camionero portugués 200 euros a cambio de perdonarle multas por valor de 4.000 euros, han declarado que la denuncia es "falsa" y que "no se quedaron con ningún dinero".

      Los acusados, en el juicio con jurado que ha dado comienzo hoy en la Audiencia de Cáceres, han manifestado que pararon al camionero por llevar el copiloto los pies en el salpicadero pero que "no le llegaron a denunciar".

      Un relato que se contradice con la declaración del conductor quien ha manifestado con la ayuda de un intérprete que "los agentes le acompañaron a una gasolinera y les entregó 200 euros a cambio de perdonarle 4.000 euros en multas".

      La Fiscalía, pide para los acusados, por los delitos de cohecho y exacción ilegal, la pena de 10 años de prisión, 22 años de inhabilitación especial para el empleo público y el pago de una multa de 14.400 euros, mientras que la defensa solicita la libre absolución.

      Los hechos tuvieron lugar cuando los dos agentes, pertenecientes al destacamento de Navalmoral de la Mata, estaban haciendo funciones de vigilancia del tráfico y observaron a un camión con matrícula portuguesa.


      El copiloto, hijo del camionero, llevaba los pies en el salpicadero y le detuvieron para pedirle la documentación y denunciar la infracción.

      Los agentes han manifestado que esa multa tiene un coste de 40 euros y que al indicarle que tenían los neumáticos en mal estado el camionero "empezó a llorar y a decir que no tenía dinero", algo que ha negado el conductor y -han asegurado- que para "tranquilizarle" le dijeron que no le iban a denunciar.

      En cuanto al tacógrafo, el acusado que extrajo el disco ha mantenido que lo firmó "porque no analizó los 28 discos" y que le acompañaron hasta una gasolinera a 8 kilómetros porque "él les manifestó la intención de cambiarlos ahí" y que después se marcharon.

      El camionero, en cambio, ha declarado que "les pagó 200 euros con la tarjeta de Repsol" y que cuando se encontró a las tres semanas a unos agentes en Salamanca les comentó el caso y le acompañaron a la Guardia Civil a denunciarlo.

      En los alegatos iniciales, la fiscal Olga Suárez se ha dirigido al jurado compuesto por ocho mujeres y un hombre, para indicarles que existen pruebas como la grabación de la cámara de la gasolinera y el ticket de pago que inculpan a los agentes.

      El abogado de la defensa, Vicente Vega, ha incidido en que se trata de una denuncia "falsa" que se puso tres semanas después del día de los hechos y que sus clientes son dos agentes "que no cuentan con ninguna queja ni sanción en sus expedientes" y que "entre los dos suman 35 años de servicio".
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