La policía busca a un bromista que se disfraza de rádar para «cazar» a los conductores

Una y media de la madrugada del domingo. Carretera Pontevedra-Santiago, casi en el límite con Barro. Un conductor circula con su vehículo en la oscuridad de la noche, cuando de repente observa un flash. ¿Cazado? El presunto infractor mira instintivamente por el retrovisor y no da crédito: el «radar» se pone en pie y echa a andar. La «víctima» llama rápidamente al 112 para dar cuenta de los hechos, y le informan de que no es la primera llamada que reciben y de que ya se han puesto los hechos en conocimiento de la Policía.
Una patrulla procedente de Pontevedra llega al poco rato al lugar donde varios conductores afirman haber vivido la insólita experiencia, pero no hallan a nadie, según confirmaron fuentes de la Comisaría de Pontevedra. Pero al parecer, tras peinar la zona sí encontraron en el lugar un disfraz abandonado, presuntamente el que había utilizado el bromista.
No es la primera vez que suceden hechos de este tipo en las carreteras españolas, y suelen acabar colgados en alguna página de vídeos en Internet.
Hace unos años, La Voz de Galicia se hizo eco de un caso similar en Narón. Concretamente en una carretera de Cedeira donde suele haber bastantes controles de la Guardia Civil. Sucedió en Carnaval, y entonces tampoco se llegó a descubrir quien estaba detrás de broma, pero fueron numerosos los conductores que «picaron» con el flash y se dieron por multados.