En suelo mojado, cuando existen charcos de agua en la calzada,no por conducir un vehículo pesado estamos exentos. Puede darse el caso que el neumático no sea capaz de desalojar el agua existente, y que ésta comience a acumularse delante del mismo. Esta situación produce una presión hidrodinámica que actúa sobre el neumático. En el momento que se produce este peligroso fenómeno, el denominado aqua-planning, el neumático se encuentra rodando por el encima del agua, con un coeficiente de rozamiento (agua-meunatico) mínimo y con una fuerza normal, N, sobre el suelo prácticamente anulada por la presión hidrodinámica. Traducido matemáticamente, se han reducido de manera brutal el valor de los térmi- nos que aparecen en la expresión de la fuerza de rozamiento: Cuando las condiciones son adversas, todavía, si cabe, se tiene que extremar más las precauciones a la hora de ponerse al volantede un camión, ya que por todos es sabido, que existe una relación entre condiciones meteorólogas desfavorables y riesgo en la conducción. Cuando existe lluvia, nieve o hielo en la calzada, el coeficiente de adherencia se ve claramente disminuido, favore- ciendo la pérdida de gobernabilidad del vehículo. Concretamente, la existencia de charcos en la calzada puede generar el tan peligroso efecto “aqua-planning”.