El transporte en Europa pasaba por los peores momentos de su historia, no solo en los países sureños si no a nivel general.
Como se informó hace anteriormente, las organizaciones profesionales del transporte de Italia convocaron un paro de carácter nacional para denunciar la situación de crisis por la que atravesaba el sector en Italia y para exigir al Ministerio de Transportes e Infraestructuras italiano la adopción de determinadas medidas que contribuyan a su mejora. Como consecuencia de esta medida, las organizaciones convocantes iniciaron un proceso de negociación con el Ministerio de Transportes que concluyó con la firma, de un Protocolo de Intenciones en el que la Administración adquirió un conjunto de compromisos en respuesta a las principales reivindicaciones del sector. En concreto, el Protocolo de intenciones contemplaba 19 puntos de acuerdo, entre los que se destacan los siguientes:
- La posibilidad de obtener la recuperación de parte del impuesto de hidrocarburos. - El compromiso de Gobierno Italiano de actuar ante la Comisión europea para una revisión de las reglas de cabotaje que impidan el dumping social. - La rebaja de los costes salariales. - La revisión de la regulación sobre restricciones a la circulación que permitan una mejora de la competitividad de las empresas. - El establecimiento de sistemas que garanticen el cumplimiento de los plazos de pago establecidos en 30 días.
Pese a este acuerdo alcanzado con la práctica totalidad de las organizaciones del sector, alguna organización minoritaria con escasa representatividad habia mantenido la convocatoria, de forma que previsiblemente el paro de transportes ocasionó dificultades de tránsito por las carreteras italianas.