El marido estaba conduciendo el coche para volver de un concierto la primera noche que salían después de haber tenido a su segunda hija. Ambos borrachos y habían consumido marihuana, cuando decidieron llegar a un nivel mayor de intimidad con ella sentada en su regazo. Al continuar con el trayecto, él perdió el control del coche.
Matthew Notebaert, de 33 años, conducía a 80 kilómetros por hora junto a su esposa Amanda, de 31 años, de vuelta a casa después de un concierto en Loxahatchee, en Florida, cuando la pareja comenzó a mantener relaciones sexuales al volante, lo que les llevó a salir de la carretera y sufrir un accidente en el que ella murió.
Los servicios de emergencia se los encontraron a ambos desnudos de cintura para abajo y, según la investigación, la mujer estaba sentada en el regazo del hombre en el momento del accidente, lo que hizo que su cabeza golpeara mortalmente contra el salpicadero y el parabrisas.
Según el informe de toxicología que recoge 'Metro', el marido conducía casi duplicando la tasa de alcohol permitida y en su sangre había restos de marihuana. Durante el juicio del accidente ocurrido en 2014, el acusado explicó que era la primera noche que Amanda salía desde que había dado a luz a su hija pequeña y ambos habían bebido whisky después del concierto. Además, Matthew señaló que había estado intimando con su mujer de vuelta a casa, por lo que paró el coche y ella se subió en su regazó para después ponerse en marcha de esa insegura forma y ya no recordaba nada más.
Por ello, Matthew, que resultó gravemente herido en sus piernas, se ha declarado culpable de homicidio al volante y de conducir borracho. Aunque los padres de Amanda, Mike y Lisa Stacey, solicitan la pena máxima, el abogado del hombre ha pedido que no vaya a la cárcel y se quede en libertad provisional para poder cuidar de su hijo de 12 años y su hija, que ahora tiene tres.