En el sur de Brasil hay una concesionaria de autos de Volkswagen que cerró hace 11 años. Pero a pesar de ello, su propietario Otmar Walter Essig de 79 años, continúa yendo cada día y mantiene el lugar como si estuviera abierto al publico.
La concesionaria fantasma del señor Essig abre todos los días, cuando su propietario llega puntualmente a las 6:30 am en su VW SP2 vestido como director y realiza el mantenimiento deComercial Gaucha. De vez en cuando se vende una que otra pieza. Este señor se convirtió en socio de la concesión en 1974, pero en el año 2002 fue cerrada por Volkswagen, ya que la marca exige vender al menos 60 coches al mes y en aquel entonces se vendieron tan solo 25 unidades.
Entrar a la concesionaria es un viaje al pasado, y no solo por los coches cero kilómetro con mas de treinta años de antigüedad que allí se exhiben, sino además por los elementos que todavía visten a las oficinas: muebles retro, computadoras con 20 años sobre sus espaldas y teléfonos que casi parecen salidos de un episodio de la serie Mad Men. El video a continuación.
Este caso es muy similar al Ford Falcon hallado sin patentar en Argentina después de 30 años