La DGT ha instalado 200 cámaras ocultas nuevas para «pillar» aquellos conductores que utilicen el móvil al volante o que no lleven puesto el cinturón de seguridad.
Esta medida está enfocada a reducir el número de muertes al volante, cifra que se ha incrementado este último año. Las cámaras estarán escondidas en los paneles informativos de las carreteras convencionales porque es el lugar donde más accidentes se producen y podrán detectar automáticamente las infracciones de todos los ocupantes del vehículo.
Dentro de poco se activarán pero en fase de prueba. Los infractores recibirán una carta a modo de aviso, comunicando la obligación de cumplir con la normativa vial.
Se espera que las sanciones empiecen coincidiendo con la Operación Salida de Semana Santa, ya que se esperan millones de desplazamientos por todo el país.
Los conductores multados por las infracciones detectadas por estas cámaras tendrán que pagar 200 euros y perderán tres puntos del carné de conducir.
Inicialmente, el ministro del Interior anunció que los usuarios podrían contrar en la web de la DGT la localización de las cámaras, pero según ‘El Confidencial’, Tráfico ha optado por informar solo de los tramos dónde están instaladas y no del punto kilométrico exacto.