El automóvil está ligado a la consecución de récordsprácticamente desde su nacimiento como fenómenos de masas. La mayoría de las veces este gusto natural de los automovilistas por los retos se vive en los circuitos, pero algunos amantes de los coches se esfuerzan por conseguir récords digamos “poco convencionales”. Los hay absurdos, tiernos, osados…, pero todos divertidos e ingeniosos.
EL MÁS LARGO…
Dice el tópico que a los estadounidenses -les gusta hacer las cosas a los grande. Y si hay que construir el coche más largo del mundo… pues se fabrica una bestialidad de 30,40 metros ¡con jacuzzi y helipuerto!
Para conducir el American Dream se necesitaban dos conductores -uno delante y otro detrás- y para mover sus casi 12 toneladas de peso, dos motores V8 de Cadillac ElDorado. El coche acabó en desuso y casi desguazado, pero una empresa de subastas lo compró en 2012 para recuperarlo. La restauración va despacio.El American Dream nació en 1989 de la imaginación de Jay Ohrberg, un diseñador de coches destinados a la industria del cine y de la televisión. Puede que su nombre sea desconocido para el gran público pero de su taller han surgido vehículos tan icónicos como el Ford Gran Torino de Starsky & Hutch, el DeLorean de Marty McFly en Regreso al futuro, la furgoneta del Equipo A o el mismísimo Kitt, el coche fantástico.
EL COCHE MÁS PEQUEÑO…
Desde 2014 este título lo ostenta el microauto del tejano Austin Coulson, un apasionado de los coches que con 16 años y apenas algunas nociones elementales de mecánica ya fue capaz de arreglar él solo la caja de cambios de un Bronco.
Sea como sea, su pequeña criatura mide solamente 126 cm de largo, 63 cm de alto y 65 de ancho y cuenta con todos los permisos para circular legalmente por la vía pública.
Su motor monocilíndrjco de 110 cc es capaz de alcanzar los 70 km/h, pero, dada la precariedad de sus minifrenos, le concedieron permiso para circular si limitaba la velocidad a 40 km/h. Confortable y rápido no es, pero con tres litros de gasolina puede recorrer casi 100 kilómetros.
EL MÁS BAJO…
Puede que el de Coulson sea el automóvil más pequeño…, pero no es el más bajito. Ese honor debía corresponder, casi por lógica, a un producto de los mayores especialistas en miniaturización: los japoneses.
Concretamente al Mirai, construido por los estudiantes y profesores de la Escuela Superior de Ingeniería de Okayama Sanyo, en Asakuchi. Sus medidas son increíbles: desde el suelo hasta el punto más alto del vehículo (obviamente sin contar con el conductor) mide solamente 45,2 centímetros.
Lamentablemente los responsables japoneses de tráfico no le han concedido permiso legal para circular por dos razones: la cercanía con el asfalto altera la sensación de velocidad del conductor y porque el Mirai puede ser aplastado por los vehículos de dimensiones normales.
EL QUE MÁS ACELERA…
Sorprendentemente este récord lo posee un prototipo eléctrico diseñado por los alumnos de la facultad de ingeniería de la Universidad de Zurich. Su monoplaza, denominado Grimsel, pasa de 0 a 100 km/h en 1,513 segundos. Sirva como referencia que un F1 los hace en algo más de dos segundos.
El coche está elaborado en su totalidad con fibra de carbono, monta un motor por cada rueda con una potencia total equivalente a 250 CV y 1.700 Nm de par disponibles para un peso de 167 kilos.
Además es capaz de recuperar hasta un 30% de la energía gastada para su batería gracias a los generadores que equipa en cada llanta además de aportar otras soluciones como un sistema de tracción integral “inteligente”.