Conductores que hacían muchas más horas de las que podían cambiándoles los vehículos para “disfrazar” los registros del tacógrafo o registrándolos como ayudantes sin que lo fueran.

La investigación fue iniciada a instancia de un trabajador mediante denuncia formulada contra la administración de la lavandería Alfesa ubicada en el polígono Son Castelló de Palma. La denuncia se interpuso por un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores. La plantilla de la empresa está integrada por trabajadores españoles y extranjeros.
Los agentes pudieron comprobar que los denunciados habían ido creando un complejo entramado empresarial. La empresa denunciada tenía un altísimo nivel de contratación de trabajadores, mayoritariamente extranjeros y en situaciones económicas bastante precarias. Según la información facilitada por la Policía Nacional, estos trabajadores extracomunitarios seguían su labor hasta altas horas de la madrugada, aparte de las ocho horas que le correspondían por contrato.

Como en la mayoría de las investigaciones realizadas por la UCRIF y ligadas a la explotación laboral, los “marcadores” iniciales eran los mismos: trato dispensado hacia empleados despectivo y agresivo. Los trabajadores hacen más horas de lo estipulado en el contrato, llegando incluso a no descansar el día que les corresponde. Realización de horas extras obligatorias cuando fuese necesario, sin compensación alguna. Vulneración convenio. En éste caso se acentuaban las presuntas irregularidades o problemas añadidos al ser un centro de trabajo en condiciones de riesgo por la maquinaría usada y productos tóxicos. Los empleados no recibían formación ni material alguno para salvaguardar su seguridad laboral, según manifestaban. Por todo ello los trabajadores acababan marchándose, lo que provocaba mucho movimiento en la plantilla.

Los investigadores averiguraron que el continuo movimiento de trabajadores se debía fundamentalmente a que no cobraban por su actividad laboral. En dos meses habían pasado por la última empresa cerca de 50 empleados y los agentes constataron posteriormente que los 5 detenidos debían más de 150.000 euros a los trabajadores .

Con el preceptivo mandamiento de entrada, la Policía realizó el correspondiente registro domiciliario donde fueron incautados 15.000 euros en efectivo y 4.400 francos suizos, así como importante documentación. En la actuación policial se efectuó también la intervención de 5 vehículos, varios de ellos de alta gama.

La presunta actividad delictiva se efectuaba a pesar de tener la empresa una importante cartera de clientes, más de 20 hoteles. La mano de obra era fácil de conseguir, trabajadores en situación precaria y sin cualificación en muchos casos a los que no se pagaba y que cuando dejaban de acudir se reponían inmediatamente, muchos de ellos extracomunitarios. Había otros más cualificados a los que tampoco se pagaba, si bien se les abonaba algún anticipo para que siguieran. Conductores que hacían muchas más horas de las que podían cambiándoles los vehículos para “disfrazar” los registros del tacógrafo o registrándolos como ayudantes sin que lo fueran.

Los investigadores además han localizado un importante patrimonio en los investigados repartido por varios puntos de la geografía.

La Policía ha informado que continúan las gestiones para el total esclarecimiento de los hechos y no se descartan nuevas detenciones.

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