Un discapacitado denuncia que lo echaron de un autobús por no abrocharse un cinturón "que no había" - Noticias Debates en Foro Transportistas

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Un discapacitado denuncia que lo echaron de un autobús por no abrocharse un cinturón "que no había"


  • A los discapacitados nos tratan fatal, y sólo espero que mi caso sirva para que alguien tome nota". El gijonés Alejandro Oviaño ha vivido en las últimas semanas una "pesadilla" al coger la línea 6 del autobús urbano de Emtusa y toparse con la negativa del conductor a transportarlo sin cinturón que anclase su silla de ruedas al pasillo. Con un matiz: "el autobús en cuestión no lo tenía, y los que lo tienen no nos sirven a quienes vamos en silla de ruedas si viajamos solos, porque no alcanzamos para colocárnoslo".

    Oviaño es vendedor del cupón de la ONCE, y utiliza el transporte urbano "un mínimo de seis veces al día, entre llevar a mi hijo al colegio e ir a trabajar". Y nunca había tenido problemas una vez dentro del autobús. "Me coloco en la zona destinada a sillas de ruedas, arrimo la espalda al soporte y aunque vaya sin cinturón voy seguro; ningún conductor me exigió nunca que lo pusiera". Hasta hace un par de semanas, cuando se disponía a regresar a su casa en Montevil desde la avenida de la Constitución. Tomó el autobús de la línea 6, y para su sorpresa, una vez en el vehículo "el conductor comenzó a increparme, de muy malas maneras, reclamándome que pusiera el cinturón, cuando el autobús no lo tenía", relata.

    Entonces, según explica el vecino, el conductor "me dijo a voces que o me abrochaba o me bajaba, y yo me negué a bajar porque no había cinturón". La bronca fue en aumento, hasta que el chófer decidió llamar al inspector de Emtusa a petición del propio pasajero. "Llegó el inspector y ordenó al conductor que arrancara el autobús conmigo a bordo", explica Oviaño. Después de un buen rato de espera y "con toda la gente cabreada. Algunos incluso me insultaron".

    Ese día pudo llegar a su casa en autobús, pero el pasado martes Alejandro Oviaño se topó de nuevo en la misma parada y con el mismo conductor. Y, tras bajarle la rampa para permitirle el acceso, de nuevo se produjo la misma escena. "Se puso muy violento amenazándome para que bajara del autobús, en el que de nuevo no había cinturón", explica el gijonés, que se negó a dejar el vehículo. También de nuevo el chófer llamó al inspector, diferente al de la ocasión anterior, y que "se puso conmigo incluso más violento que el conductor", asegura.

    El responsable de Emtusa decidió desalojar el autobús "con mi hijo de 6 años y mi pareja delante mientras me gritaban, y yo con un ataque de nervios". Fue preciso que se personara la Policía Local para levantar acta, y "yo tuve que volver a casa en la silla de ruedas por la calle hasta Montevil", denuncia el usuario, indignado con lo sucedido porque "si me permiten subir al autobús se supone que es porque está acondicionado para mi minusvalía, y si yo no alcanzo para ponerme el cinturón, debería ser el conductor el que me lo pusiera".

    Para Oviaño se trata de un claro caso de discriminación, y reclama al Ayuntamiento que "en lugar de llenarse la boca con planes para los discapacitados tomen medidas para que no nos desprecien de esta manera, y de forma pública".

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