- Alfredo Garrido, de 52 años, sufrió un vuelco y permaneció atrapado en la cabina varias horas -Regresaba a casa tras ser operado en una mano y recibir el alta hospitalaria
El grovense Alfredo Garrido Garrido, de 52 años, regresó ayer a casa tras haber protagonizado un espectacular accidente de circulación en la A-62 a la altura de Simancas (Valladolid). El camión que conducía, de la empresa familiar "Transdemar", volcó en la calzada -obstaculizando sus restos un carril- y él quedó atrapado en la cabina durante varias horas, hasta que pudo ser excarcelado.
Ayer por la tarde regresaba a casa acompañado de su hermano Arturo Manuel Garrido Garrido, quien no dudaba en apuntar que el herido "volvió a nacer después de tan terrible accidente".
Los hechos ocurrieron a las seis de la mañana del miércoles, después de que Alfredo Garrido se detuviera en una estación de servicio de Benavente para repostar y dormir un buen rato. Tras reincorporarse a la ruta, y por causas que se desconocen, perdió el control del camión de paquetería que conducía. El tráiler, que avanzaba en sentido a Burgos, volcó sobre la calzada y se deslizó durante una veintena de metros por un carril y la mediana, arrancando el quitamiedos y algún arbusto. Alfredo Garrido quedó aprisionado por las piernas y cuando los equipos de emergencias consiguieron sacarlo lo trasladaron al hospital vallisoletano Río Hortega. Finalmente no tenía lesiones de gravedad en las extremidades inferiores, pero sí en los tendones de la mano derecha, de la que fue operado. Ayer trataba de recuperarse del susto mientras regresaba a casa acompañado de su hermano Arturo, quien se desplazó a Valladolid minutos después del terrible accidente.