El juzgado de guardia ha dejado en libertad con cargos a un conductor que en la madrugada del pasado miércoles intentó degollar a un agente de la Guardia Civil que participaba en un control de tráfico. Se le imputan sendos delitos de atentado y contra la seguridad del tráfico.
Según fuentes del Instituto Armado el suceso tuvo lugar este miércoles sobre las tres de la madrugada en un control preventivo de tráfico instalado en la PO-308, en el término municipal de Poio.
El conductor de uno de los vehículos, al que se dio el alto para la práctica de la prueba de alcoholemia, sorprendió a los agentes al entrar en el furgón de atestados esgrimiendo un cutter.
El agresor se abalanzó sobre uno de los funcionarios al que intentó cortar en el cuello. La rápida reacción del guardia civil evitó el mortal ataque, aunque sufrió algunos cortes en las manos. El hombre fue reducido por los agentes que participaban en el control.