Demetrio Fernández ha hecho declaraciones machistas, que no merecen ser escuchadas ni dichas por nadie en el siglo XXI

Primeramente, hemos de dejar claro que no pretendemos ofender a nadie y que respetamos todo tipo de #Religión o culto, así como a todas las personas que tienen fe ciega en Dios.

Desde tiempos remotos, la religión ha sido utilizada para conseguir territorios, matar a inocentes que no estaban de acuerdo con dicha doctrina,... Además, los hombres también la han utilizado para reprimir a la mujer y poner impedimentos para el matrimonio homosexual.

En este caso nos centraremos en los comentarios machistas del obispo de Córdoba Demetrio Fernández, el cual a pesar de saber que es una gran influencia para muchas personas se ha atrevido a criticar a fecundación in vitro que tanto ayuda a las parejas que no tienen la posibilidad de tener una fecundación de forma natural. Ha clasificado este método como una aberración que va contra natura, y dice que ningún hijo merece nacer como fruto de un experimento de laboratorio.

Aquí no acaba todo, también ha criticado la posición de la mujer en la sociedad, pues para él la aportación de la mujer es dar calor a su casa. ¿Tantos años luchando por la igualdad para tener que escuchar estos comentarios? No es lógico que en el siglo XXI aún haya personas tan retrógradas que apoyen la teoría de que "el lugar de la mujer es la casa".



Demetrio Fernandez no es el único fomentador de estas barbaridades, pues aún hay curas y obispos que ven mal el uso del preservativo en las relaciones sexuales, aún sabiendo el peligro que conlleva el contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual, sobre todo en países subdesarrollados. Es más, nuestro último Papa Benedicto XVI se atrevió a decir la barbaridad de que "el uso del preservativo, en países con alto índice de enfermedades de transmisión sexual, podría aumentar el problema". Pero no todo es malo, cada vez se dan más casos de obispos, curas y clérigos que dan su voto a favor del preservativo.

Repetimos, que todo esto no es en contra de ningún creyente, sólo hay que luchar porque estas injusticias dejen de ocurrir y que la religión sea vista como una unión que acoja a todos sin importar su estado, condición sexual, sexo...

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