David Villarreal ( @davidvillarreal ) el 10 de noviembre de 2015



¿Comprarías un coche de lujo que un día perteneció a un narcotraficante? ¿Y si su precio fuera lo suficientemente suculento como para acabar con cualquier reparo y duda que tengas al respecto de lo que su anterior propietario hizo con él? Todos hemos oído alguna vez hablar de las subastas públicas de vehículos incautados a delincuentes. El Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha una subasta para deshacerse de automóviles, motocicletas, y embarcaciones que en su día fueron utilizadas por delincuentes relacionados con el tráfico ilícito de drogas. Bienes decomisados en los que puedes encontrar vehículos varios, incluido un BMW M5 desde 21.490€, un Porsche Cayenne desde 7.481€, o un Hummer H3 desde 8.000€.



El formato de venta se basará, obviamente, en una venta de tipo subasta. Los interesados podrán enviar su puja, en múltiplos de 100€ hasta los 9.000€ ,y en tramos de 500€ a partir de dicha cantidad. Para que la puja sea admitida ha de constituirse una garantía del 10% de la cantidad de la licitación de la primera convocatoria. Si en esa primera convocatoria, no hubiera ninguna puja válida o superior al importe inicial, habría una segunda convocatoria en la que el importe mínimo quedaría reducido un 40%. Es decir, el Hummer H3 arrancaría en 4.800€ (el impreso de solicitud y el catálogo de lotes puedes encontrarlo en el siguiente documento).



¿Cuál es la letra pequeña? Los vehículos subastados pueden no gozar del mejor estado que desearíamos. Pensad que han podido estar abandonados en una campa exterior durante meses o años. El “siempre guardado en garaje” no se aplica a vehículos decomisados a traficantes. La mayoría sufren daños generales, más allá del uso habitual, daños naturales de la inmovilización realizada en el momento de su incautación (su estado puedes verlo en el siguiente documento). En otros, incluso, se aprecian lunas rotas, y daños serios en la tapicería, probablemente causados en el momento de la incautación para buscar pruebas que incriminasen a sus propietarios.

La Administración no se hace responsable de los daños que puedan sufrir los vehículos y la información que ofrece es meramente informativa. Ni tan siquiera se garantiza que dispongan de llaves, la documentación necesaria para su puesta en circulación (o navegación, en el caso de embarcaciones) y los códigos para duplicar los sistemas de acceso y arranque. Para ello, los vehículos estarán expuestos hasta el día 13 de noviembre en el lugar de depósito indicado en el catálogo.

En definitiva, y por triste que pueda resultarnos, pujar por uno de estos automóviles, para otra cosa que no sea aprovechar repuestos, puede ser una apuesta un tanto arriesgada, pero no demasiado descabellada si sabemos lo que hacemos y comprobamos el estado del vehículo.

Fuente:diariomotor.com