La comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, ha anunciado que el Ejecutivo comunitario está estudiando las normas implantadas por Francia y Bélgica para impedir los descansos de los conductores en cabina para determinar si estas reglas se ajustan a la legislación aplicable en la Unión Europea.

En respuesta a una pregunta formulada por la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao, la comisaria subraya que pese a que Bruselas “apoya en general las iniciativas dirigidas a mejorar las condiciones de trabajo de los conductores”, las medidas adoptadas por los gobiernos belga y francés deben ser compatibles con las normas comunitarias, mientras que las sanciones que se deriven de su incumplimiento han de ser eficaces, proporcionadas y no discriminatorias”.

Llegados a este punto, cabe recordar que las normas puestas en marcha por Bélgica y Francia contemplan la imposición de fuertes multas e incluso de penas de prisión para quienes incumplan la prohibición de realizar el descanso semanal en la cabina del camión. Por ello, la Comisión estudia tanto la compatibilidad de estas disposiciones con la legislación europea, así como con los mencionados criterios de eficacia, proporcionalidad y no discriminación.

Tras analizar si los principios que inspiran la regulación comunitaria es compatible con las normativas desarrolladas por Francia y Bélgica, la Comisión Europea determinará la posible necesidad de introducir alguna modificación en las mismas, así como de llevar a cabo “una aplicación más flexible de los preceptos que regulan el descanso semanal de estos profesionales”, explican desde Fenadismer.

Los transportistas se quejan de que a la dureza de las sanciones contempladas por las citadas normas hay que unir la falta de garantías derivada de la escasez de medios materiales y técnicos empleados para controlar el cumplimiento de las mismas.

Y es que, tal y como expresaba Izaskun Bilbao en su pregunta, los agentes encargados de hacer cumplir estas leyes “no pueden comprobar si el profesional que controlan está acumulando dos descansos consecutivos reducidos o realiza su descanso semanal ordinario en su vehículo”.

A ello hay que añadir además que el hecho mismo de intervenir para detectar si se está produciendo una infracción supone la interrupción de facto del descanso del profesional del transporte, circunstancia que “afecta de lleno a los hechos que se controlan”.

Además, tal y como subraya Fenadismer en un comunicado, muchas empresas de transporte de mercancías “consideran estas normas incumplibles y desproporcionadas por la imposibilidad de comprobar los hechos que se pretenden denunciar y por la ausencia de infraestructuras adecuadas para acoger vehículos y profesionales en instalaciones seguras y económicamente viables en las que se puedan además proteger las mercancías contra posibles robos”.

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