La Asociación Unificada también lamenta la escasez de materiales y las carencias organizativas que impiden "una eficaz prestación del servicio al ciudadano"


La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la principal organización policial de nuestro país, apunta en un sucinto comunicado las irregularidades e inoperancias que sufren los agentes para servir a la ciudadanía. Los materiales que emplean son cada vez más viejos y las carencias organizativas son manifiestas. Todo ello impide, según la asociación, «una eficaz prestación del servicio al ciudadano».

Una de las denuncias más contundentes recae sobre las administraciones, a las que acusa de priorizar el afán recaudatorio -a través de las multas- a la seguridad de los conductores. En este sentido, la asociación señala que los agentes están recibiendo presiones para asegurar que se cumple con los «objetivos» fijados. En algunas ocasiones, sentencian, se han aplicado medidas «tan abyectas» como la retirada de complementos salariales a los guardias civiles que se negaron a cumplir esta clase de órdenes.

Francisco Cecilia, secretario general de AUGC en Madrid, agrega que algunos agentes reciben cartas en las que se les amedrenta «diciéndoles que su rendimiento ha bajado», premisa bajo la que les introducen el temor a perder un «suplemento por seguridad vial» que ronda los 150 euros anuales.

Siguiendo con el comunicado, la asociación cuestiona la decisión adoptada el pasado año de trasladar el Destacamento de Barajas a Paracuellos de Jarama, en la planta baja de un edificio municipal ubicado en pleno casco urbano. Este hecho, indican, restringe su capacidad de reacción ante emergencias. Desde la organización deslizan que fue una decisión «política» y lo relacionan con el fallido proyecto de Eurovegas. La nota añade que todavía no ha habido «justificación oficial» a dicho movimiento.

Mientras la DGT alerta a los conductores españoles sobre la peligrosidad de circular con coches con más de 10 años de antigüedad, ironiza el comunicado, la Guardia Civil presta servicio con vehículos «con 500.000 kilómetros» de rodaje. Las penurias con las que han de trabajar alcanzan incluso a otros elementos fundamentales -fundas de pistola, linternas y grilletes, entre otras cosas- que, en muchas ocasiones, han tenido que correr a cuenta de los propios agentes.

En este sentido, un caso que levantó especial polvareda fue la retirada de chalecos antibalas a las unidades de tráfico. Estos materiales solían dispensarse de manera colectiva y, a día de hoy, no se han repuesto. Numerosos agentes han tenido que adquirirlos como particulares afrontando, en tiempos de recortes salariales, pagos de 600 euros.

Las lagunas logísticas son, asimismo, otro foco de protesta. «Siempre hemos considerado que las dependencias de la Agrupación de Tráfico en la Comunidad de Madrid son meramente administrativas y no policiales, careciendo, con carácter general, de lo más indispensable para ser consideradas como tales», reza la misiva. En palabras de la AUGC, los elementos «indispensables» que se ignoran en muchos puestos van «desde calabozos hasta áreas de espera y atención al ciudadano».

El mundo.es

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