Un autobús se metió en la estrecha carretera que discurre por la parte baja de la Collada de Toses provocando el caos circulatorio, y finalmente un atasco monumental al quedar atrapado bajo un puente. La situación no se arregló hasta pasadas tres horas.

La GIV-4016 es una carretera de vía estrecha en la que apenas se pueden cruzar dos coches, pero el estado del firme es bueno, y permite a los esquiadores que van a La Molina o Masella ahorrarse la subida hasta la Collada de Tosses. Es un camino cada vez más utilizado, hasta el punto de que muchos domingos se suelen producir pequeños atascos que no pasan de ser anecdóticos.

Pese a las condiciones de esta peculiar carreteras que conecta los pueblos de Tosas y Planolas, un autobús se metió el pasado Domingo para ahorrarse el trayecto de la Collada. Los vehículos que venían en sentido contrario tenían que hacer esfuerzos para poder cruzarse con un vehículo de tanto volumen, que al ir lentamente, venía además seguido por varios coche mas en caravana, lo que hacía que el cruce de vehículos fuera lento y tedioso.

Poco se podían imaginar los sufridos conductores que iban detrás de este autobús por un lugar tan estrecho, que lo peor estaba por llegar. Cuando llevaban casi 2 kilómetros de recorrido llegaron al primer puente que atraviesa las vías del tren, donde el autobús se quedó atrapado dada la poca altura de la infraestructura. A partir de ahí ni podían seguir los que subían ni los que bajaban, por lo que empezó a formarse un atasco monumental.

Los Mossos d'Esquadra pudieron llegar al cabo de un rato y acabaron de despejar la carretera, mientras se trataba también de sacar el bus del puente sin causar daños a la infraestructura. Finalmente el autobús salió tirando marcha atrás, y así siguió hasta que encontró un sitio donde dar la vuelta. Toda la operación duró unas tres horas, provocando la indignación de los conductores con el chófer del autobús.