El Servei Català de Trànsit ha puesto en funcionamiento tres radares de tramo en la N-340 y la C-65 donde el límite de velocidad es de 100 km/h. En Cataluña, este sistema ya se adoptó para el tramo N-230 en el Túnel de Vielha.
De los nuevos radares, dos se ubicaron en la N-340 entre Amposta y Sant Carles de la Ràpita, uno en cada sentido de la marcha, en un tramo de 4,460 km. El tercero está ubicado en la C-65, entre Cassà de la Selva y Llagostera, en un tramo 5,075 km.
Con este tipo de radar el SCT pretende evitar las reducciones bruscas de velocidad que realizan algunos conductores cuando advierten la presencia de un radar convencional.
Tal y como explica el director del Servei Català de Trànsit, Joan Josep Isern: “El sistema de control de velocidad media utiliza unos lectores de matrícula para calcular el tiempo que tarda un vehículo en recorrer el tramo controlado para determinar si ha superado el límite de velocidad permitido.”